Los Límites del Lago

Llegué corriendo desde el Viejo Sauce con mi frasquito de cristal colgado con una cuerda como si fuera una bandolera, no me gustaba tener las manos ocupadas cuando iba a sitios tan bonitos, tan llenos de árboles... Nunca me resistía a trepar a la copa de uno de ellos. Elegí esa zona porque no había nadie. Así todo estaba mucho más tranquilo.
Además ese paseo era una excusa increiblemente buena para darme un paseito por el lago.
Me obligué a centrarme y me senté a la vera del río. Dejé el frasquito a mi vera y empecé a observar el agua, como el gato que mira a la pecera.



Saqué mi trocito de carne y los sostuve en alto sobre el agua.
Pero no picaban ni las pulgas.
Enseguida empecé a aburrirme, me llamaba más subirme a un arbol que esperar a que ua planta de esas picara...

Al fin, me levanté frustrada y me alejé hacia una zona más concurrida.

El agua cristalina caia gota a gota de los mechones delanteros de mi pelo. Se sentia bien, refrescante, pero eso no iba a cambiar que me hubieran mojado ¬¬.
Mientras pic distraia su atencion de mi, comence a prepararme para efectuar una carrerilla, pero no muy acusada para que no se dieran cuenta y en el momento en el que la elfa lanzaba el chorro de agua hacia Tilus, corri lo mas que puede y la empuje al agua del lago conmigo.
una vez que volvimos a la superficie, ver la cara de indignación con gotitas de odio (del finjido, nada serio) de mi amiga hizo que sin darme cuenta rompiera a carcajadas. Una risa peculiar salio de mis labios, los dientes blancos y un poco puntiagudos se dejaron ver por completo y un sonido profundo recorrio toda la zona.

Persegui con la mirada la figura fina y aguil que se escurria por el agua como si escapara, aunque en realidad, nadie la estaba persiguiendo. Tilus y yo nos quedamos mirandola con una casi imperceptible sonrisa en los labios, seguia siendo igual de cria que siempre, y eso era lo que la hacia tan encantadora.

Sali del agua intentando no resbalarme por el barro y mientras mi antiguo amigo seguia mirando a la nada aprobeche para escurrirme el pelo en su cabeza. Olia a perro mojado.

Me di la vuelta y saqué la lengua a Luna.
- Hala, joooo, ¿por qué te vas? Se está bien aquí - dije resignada.
Pero, al final, terminé cediendo y, tras un par de cabriolas y un par de chapuzones más, me acerqué a la orilla.
Salí y me sacudí, procurando mojar apropiadamente a los presentes. Sonreí y escogi la rama más adecuada para trepar y encaramarme a un bonito roble.
- Hacía mucho tiempo que no me sentía tan a gusto - admito -. Una cosa, ¿qué fue de vosotros desde que desaparecísteis? Las cartas no deujaban claras muchas cosas.

en cuanto pic dijo esa frase, note como todo mi semblante se nublaba
-Siento no haberte escrito mucho, no tenia muchos momentos de lucidez, esos años son muy confusos.-
-Estube primero bagando un poco por ai, me fui a Londres y despues me encontraron los de la escuela, me trajeron aqui, y ya conoces el resto.-

Mientras me recojo el pelo en una trenza lateral observo a la recien llegada.
- No te consideras tu misma una lacra?, las dos lo somos, simples parasitos que necesitamos de otros, por que el acaso no puede odiar a su vez su propia raza?, cada uno de nosotros somos unicos, no deberiamos de definirnos por nuestra condición.

Voy acercandome al licantropo y la vampiresa que siguen plantados uno delante del otro y me coloco a la derecha del muchacho.

no pude evitar una risa sarcastica.
- Especiales?, ¿Que es lo que te diferencia de una sanguijuela?, Nos imitan por que no saben realmente lo que somos y por que la estupidez humana no tiene limites. Y deberias de recordar que el poder, muchas veces no conlleva nada bueno. Aquel que es realmente poderoso es aquel que no necesita demostrarlo.

Sonrei para mis adentros.
-Creeme la mayoria de los pensamientos que pasan por la cabeza de casi todos nosotros, criaturas y humanos, son inutiles.-
- Por cierto, si tan racionales dices que somos, me gustaria verte en un momento de sed, a ver si eres tan racional junto a una pequeña niña estando totalmente hambrienta.

sin poder evitarlo mi semblante vuelve a nublarse y no puedo evitar mirar hacia otro lado.
- Creeme, todo no es tan facil como piensas, ai momentos en los que encontrar "una botellita con sangre" no es tan facil.

Dejé de tocar y miré a las dos muchachas, y a Tilus, que estaba recluido en una esquinita mirando el duelo verbal. Tanto Luna como la desconocida aprecían echar chispas por los ojos, probándose la una a la otra. Era un ejercicio que no me gustaba practicar demasado a menudo, a menos que fuera algo inevitable. Por duerteo desgracia, con Luna había tenido más oportunidades de las que me habrían gustado de practicar el duelo de palabras. podía decirse que había aprendido bastante con ella.
Ahora, al verlas, me fijé en que menos mal que eran de la misma especie. Eso sí, sus enfoquesde la realidad eran muy muy diferentes.
Hice una seña a Tilus para que estuviera alerta.
Me daba la impresión de que la conversación había dejado de ser asunto nuestro.